Maldición colimense

Ni el Pez Vela erigido en el centro del puerto de Manzanillo, ni los Perros Colimotos como símbolo de la ciudad de Colima, significarán un buen presagio al menos por algún tiempo para Orizaba de la Segunda División, que en sus dos más recientes incursiones en la liguilla ha visto truncado el sueño de seguir avanzando precisamente en los referidos puntos del estado enclavado en el Pacífico Mexicano.
Porque precisamente hace un año, los Albinegros de espíritu errante que jugaron el torneo regular en Coatzacoalcos y la fase final en Orizaba, fueron sometidos y humillados por los Picudos del Soccer Manzanillo, y el pasado fin de semana, a algunos kilómetros de ese puerto, los chayoteros cayeron a manos de los Loros de la Universidad de Colima.
En 2009 en medio de una renovada ilusión encaminada por la directiva, se dio el regreso de Pedro Osorio Nicolás para tomar un equipo que, como parte del convenio establecido para traer la franquicia de Primera División “A” de Coatzacoalcos, tuvo que viajar semana tras semana para jugar sus partidos de local en el petrolero municipio.

Pese a que en las gradas del estadio Rafael Hernández Ochoa, no tenían seguidores sino más bien dolidos aficionados de los recién mudados Tiburones, que descargaban su ira en contra del que consideraban intruso, el equipo Albinegro consiguió el pase a la liguilla sin saber que al mismo tiempo era un pasaporte a una pesadilla, porque el 7 de mayo en el Estadio Socum fueron sometidos 0-4 por Manzanillo.
En la vuelta, cuando se esperaba que el orgullo al menos sirviera para maquillar la derrota, Orizaba fue vapuleado nuevamente y de peor manera, 5-0. Así terminó el sueño de ese equipo, que por cierto, jugó la referida etapa de liguilla en medio del caótico asunto de la influenza, que obligó en todo el país a cerrar las puertas de los estadios a los aficionados.
Esta vez, dirigidos por Héctor Tapia, la eliminación fue con mucho mayor decoro, ahora en la capital del mismo estado. Orizaba sacó un empate en casa ante Loros que pareció insuficiente, sin embargo, en la vuelta se puso adelante. Al final, Colima sacó el oficio y refrendó la etiqueta de tierra incómoda para los Albinegros.
Con la maldición colimense en las espaldas, la afición orizabeña tomará receso de todo apoyo para sus Albinegros, puesto que pasarán unos cuantos meses para que los tres equipos regresen a escena, teniendo que enfocar su atención en la máxima justa balompédica del orbe, la Copa del Mundo.

Antecedentes
En noviembre de 2007, el xalapeño René Olmos cortó con una racha de cinco años sin que Orizaba calificara en la Segunda División, sin embargo, en la primera ronda eliminatoria (cuartos de final), sucumbió ante el eterno rival de Córdoba, ya con el nombre de Tiburones Rojos, equipo que a la postre terminaría como subcampeón del referido certamen.
Antes que Olmos, había sido Alberto Ordaz en 2002 quien llevó a los Albinegros a una ronda de liguilla, pero también fueron despachados rápidamente por Cuautitlán. Por cierto que para Olmos fue su única oportunidad en Segunda División, para después volver a Tercera y en estos momentos, a punto de amarrar contrato con un nuevo proyecto en el mismo circuito.