Aunque el reloj sobreviviente de la fachada de la fábrica se estacionó en la hora de un día lejano, fue en punto de las 13:48 horas cuando arribaron al estrado principal los responsables de iniciar la ceremonia, encabezados por Fidel Herrera Beltrán, gobernador del estado, y Fidel Kuri Grajales, presidente de los Albinegros de Orizaba.
Allí, el también legislador tomó la palabra y luego de agradecer a los presentes, así como disculpar la demora de Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, ratificó el compromiso establecido ante el órgano rector del balompié en el país para inaugurar dicho inmueble en el próximo mes de noviembre.
También se reafirmó que el nuevo estadio Albinegro será escenario alterno para la disciplina de futbol en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del año 2014, cuando Veracruz sea sede.
Otro aspecto tocante al día de la inauguración, fue el hecho de solicitar la colaboración de la Federación para que sea un equipo de los llamados grandes en el máximo circuito, el rival de lujo de los Albinegros de Orizaba en el primer partido que se escenifique sobre su empastado. América, Chivas, Cruz Azul o Pumas de la UNAM, son los candidatos.
En su turno, Herrera Beltrán confirmó que Orizaba será la ciudad con mayor presupuesto deportivo destinado, y la importancia que tendrá el estadio al convertirse en una de las sedes para el futbol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por ello mismo estuvo también presente Elizabeth Morales, copresidente del Comité Organizador de los Juegos.
Fidel Herrera Beltrán fue el encargado de activar la maquinaría que colocó la primera trabe, de la cual continuará la construcción de todo el estadio.
Integrantes de los equipos de Albinegros tanto de la Liga de Ascenso como de la Segunda y Tercera División, así como sus respectivos cuerpos técnicos, estuvieron presentes a lo largo de la ceremonia pasada por llovizna, además de decenas de pequeños futbolistas que equipos representativos de la región.
Los que también aguantaron con estoicismo fueron los fieles aficionados de Orizaba, que aprovecharon para convivir en la espera del inicio de la ceremonia con los jugadores de su equipo.
El que no llegó a la fábrica de Cocolapan fue Justino Compeán, pero más tarde compartiría el pan y la sal con Kuri Grajales y Herrera Beltrán, para dar fe del inicio de la construcción. El presidente de la Femexfut estuvo acompañado del director técnico Raúl Arias.
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